La mañana empezó medio lluviosa, había muchas nubes bajas y un poco de niebla. El plan de hoy era hacer una excursión que empezaba en un puerto de montaña que estaba a una altitud considerable, entonces dudábamos si se iba a ver algo de vistas o si solo íbamos a ver nubes. Entonces lo que hicimos fue cambiar el plan y hacer lo que teníamos pensado para el día siguiente que era ir al pueblo de al lado para que los chicos hicieran un recorrido de aventura con tirolina y escalada, con la esperanza de que mejorara un poco el tiempo.
Entre unas cosas y otras salimos un poco tarde y cuando quisimos llegar, estaba ya allí todo Alemania, todo Italia y todo el extranjero. Desde este pueblo salen muchos teleféricos que te suben a zonas alta para hacer rutas o ver las vistas, así que está bastante lleno todo desde primera hora. Directamente visto la cola para entrar al parking de pago, se bajo el resto de la familia en un parque y yo fui a buscar aparcamiento. Después de más de una hora logré dejarlo en un sitio que por lo menos no había que pagar. Por fin me reuní con ellos que ya estaban un poco cansados de parque.
Había salido un poco el sol y ya hacía mucho mejor así que empezamos la multiaventura. Pasamos por caja, les pusieron los cascos, los arneses y los mosquetones, les explicaron un poco cómo funcionaba todo y empezaron con un corto recorrido de prueba. Los dos lo hicieron muy bien, aunque había que tenerles vigilados, a veces se despistaban y se olvidaban de la seguridad. En total había 6 recorridos de dificultad creciente, así que el aprendizaje fue progresivo y ya al final estaban mucho más cómodos y disfrutando mucho.
Se lo pasaron superbien y se quedaron con ganas de más, pero ya se nos acabó el tiempo y sus padres y su hermano pequeño ya estaban un poco cansados de mirar para arriba. Justo al lado de donde estaba lo de multiaventura había un restaurante y allí comimos.
Cuando terminamos nos fuimos a dar un paseo por el pueblo en busca de una heladería para tomar un postrecito. Samu y Dani se pidieron un helado y Álex un bol de yogur con frutos del bosque. Después de coger fuerzas fuimos a hacer la compra. Decidimos comprar para cenar en el apartamento y también fruta y provisiones para la ruta que habíamos aplazado para mañana.
Para terminar la tarde aprovechamos que en el apartamento había cuarto de lavandería para poner una lavadora y una secadora y así tener ropa limpia ya para lo que faltaba de viaje. Y mientras se lavaba la ropa estuvimos jugando al futbolín y al ping-pong en la sala de juegos del apartamento.
El día estuvo muy bien porque hicimos la multiaventura que estuvo muy bien y pudimos descansar de toda la paliza del viaje. Nos vino bastante bien la verdad para coger fuerzas. A partir de ahora menos coche y más andar.
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