viernes, 9 de noviembre de 2018

Japón día 15. Tokyo final

Último y lluvioso día. Hoy no teníamos muchos planes la verdad. Era el último día y además no paraba de lloviznar, pues tampoco apetecía hacer mucho la verdad. 
Por la mañana hemos estado dando una vuelta por nuestro barrio y hemos vuelto a pasar por el templo que vimos de noche el primer día. Para endulzar la mañana nos hemos comido un taiyaki, un dulce japonés. Es una especie de gofre con forma de pez relleno de una pasta de judía roja dulce. Estaba rico, raro el regustillo a judía pero rico. Y justo antes de comer hemos pasado por una tienda de ábacos para comprarle uno a Samuti, caprichin de su padre.

Taiyaki

Entrando al templo.

Templo y pagoda. Hoy había mucha gente

Lanzando moneda

Después de comer ramen, hemos ido dando un paseo hacia la torre Skytree. Como no hacía buen día hemos descartado subir, creo q no hacen descuento si al subir solo ves nubes... de camino cruzas el río hacia el barrio de Sumida. Al otro lado del río esta la fábrica de cerveza Asahi con su impresionante escultura en lo alto de su edificio, la llama de oro que simboliza el ardiente corazón de la cerveza. La traducción coloquial es el truño dorado, un nombre mucho más apropiado. 

Cruzando el rio

La torre entre nubes

El truño dorado

Llegamos a los pies de la torre, la verdad es que a pesar de ser la torre más alta del mundo no da mucha sensación de enormidad, al ser antena fina y no edificio tocho imagino yo que será por eso. Debajo de la torre, el enésimo centro comercial. Dentro un acuario, miles de tiendas, zonas de comer... Nos hemos dado una vuelta, nos hemos tomado un helado de té matcha y nos hemos ido. La verdad es que nos hemos cansado del megaconsumismo de Tokyo, es demasiado.

Torre desde abajo

Como no sabíamos que hacer, hemos decidido ir al museo de ciencias naturales a ver animales y dinosaurios, y además tenían una zona como educativa para padres e hijos que tenía buena pinta.
Otra vez al metro. Samu se está haciendo adicto a los trenes, todo el día llevaba diciendo que quería subirse al tren. 
El museo bastante bien, muchos animales disecados, muchos insectos (Samu se ha encontrado un escarabajo de plástico por ahí tirado), otra zona de evolución, de huesos y fósiles, lo normal en un museo de ciencias naturales. Lo peor, que la zona esa para padres e hijos estaba cerrada, tenía una pinta buenísima, pero tenía unos horarios ridículos y encima había que reservar. 

Pájaros piiiii

Cangrejos 

Huesos de animales prehistóricos  y escarabajo

Al hotel a cenar y a dormir. Mañana de nuevo a madrugar para coger el tren al aeropuerto. Después, diez horas y cuarto de vuelo hasta Helsinki, una mini escala y por último, cuatro más hasta Madrid. Cargaremos paciencia esta noche.

jueves, 8 de noviembre de 2018

Japón día 14. Tokyo playita

Hoy es nuestro penúltimo día de viaje y el último con sol. Así que hemos decidido ir a la playa de Tokyo. En la bahía de Tokyo crearon esta isla artificial, que se llama Odaiba, para defenderse de ataques marítimos y ahora se han convertido en un centro de negocios, de ocio y de compras.

Lo primero que hacemos, como no, es coger el metro hasta la parada de Shimbashi donde hacemos transbordo al tren autónomo que nos llevará hasta Odaiba por las alturas de la ciudad con unas vistas estupendas.

Cruzando el puente en el tren

Por supuesto nada más llegar, a la playa!! Una zona de arena todo muy artificial, donde no te puedes bañar, pero que para estar un ratito jugando esta genial. Y además con el solecito se estaba súper bien.

Playa de Tokyo

Jugando con la arena
 
Relax

Enterrando pies

Acercándonos al agua

Al cansarnos de playita, hemos ido por un camino elevado que te llevaba paralelo a la playa y que pasaba cerca de una réplica de la estatua de la libertad en pequeñito.

Los tres

Con la estatua de la libertad 

Samu con gafas de sol

Para hacer tiempo antes de ir a comer decidimos subir al edificio de la tele japonesa que estaba al lado. En principio podías subir hasta un pasillo sin pagar, o subir hasta la esfera que se ve en la imagen pagando. Pues ya es todo de pago parece, así que hemos decidido no subir, tampoco iba a ser eso un espectáculo, esperemos jeje.

Edificio de la esfera

Nos metemos en uno de los mil centros comerciales de 6 plantas que hay en esta zona a comer. Una hamburguesa y un sandwich con unas patatitas muy ricas. Hemos dormido a Samuti la siesta y nosotros hemos hecho unas compritas. Hemos pasado por una librería y en la sección infantil había la sección que se ve en la foto, no se qué pondrá en japonés, pero me imagino que ese señor se llamará caraculo... de eso no hay duda... ya investigaré...

Caraculo

Ahora tocaba ir a un museo un tanto especial. Con Samu aún dormido, cogemos el tren unas paraditas hasta allí, compramos las entradas y nos sentamos en unos sofacitos un buen rato para recargar pilas, que paz... cuando Samu ya llevaba una buena siesta le despertamos para poder ir al museo. Pero antes un poquito de juego en una zona de niños donde estábamos descansando. Estábamos en un edificio de Toyota donde tenían expuestos los coche y había actividades. Un Toyota Welt como el de Bmw en Múnich.

Samu jugando

El Museo se llama MORI Building DIGITAL ART MUSEUM, o como lo conocemos después de haberlo visitado, el museo de la hiperestimulación. Un resumen muy rápido antes de entrar a las fotos, seria un museo con diferentes salas cada una con un tipo de arte digital combinando luces, sonido y video. La gran mayoría de las salas es mapeado con proyectores en las paredes de video y otras más complejas que veremos en las fotos.



Las primeras zonas y los pasillos que comunican entre salas estan todas mapeadas y se reproduce video en paredes techos y suelo. Va cambiando constantemente. La verdad es que para nosotros en determinadas ocasiones era hasta demasiada luz y sonido.





Una de las primeras salas, y una de las más impresionantes y mareantes era. Una sala llena  de tiras led de techo a suelo muy juntas que iban cambiando de color e intensidad y un caminito entre ellas por la que ibas andando y para más rayada, el suelo era de espejo. Brutal impresionante mareante la verdad.




Más mapeado en todas partes hata la siguiente sala. Esta es más difícil de explicar aún. Eran palos flexibles con un disco arriba simulando flores y se proyectaban videos sobre estos discos.




Ahora subimos al piso de arriba. Nada más entrar una cama elástica con proyecciones y luego una sala enorme de locura total. Al fondo unos globos gigantes, un tobogán, otras salas... ya ni me salen las palabras, os dejamos fotos y si queréis ya os lo explicaremos en persona por que es rarísimo todo. 






Una cosa muy chula es que coloreabas un dibujo q te daban, lo escaneaban y lo proyectaban por el suelo, Samu perseguía a su lagartija diciendo: mío mío jiji



Y ya nos hemos salido, no podíamos más. Era un poco demasiado. No queríamos pasarnos con Samu, que luego no hay quien le duerma. Un lugar muy muy novedoso y muy muy intenso. Igual por no estar acostumbrados a algo así.

Para terminar nos hemos tomado una bebida gratis de bienvenida que teníamos pendiente desde que llegamos.

Tomando algo

miércoles, 7 de noviembre de 2018

Japón día 13. Tokio soleado

Que palizón de día, hoy ha hecho bastante bueno y hemos hecho todo lo que nos faltó ayer y un poquito más.

Como siempre Samuelín ha decidido madrugar, pero estaba tan cansado que no se podía mover, solo nos intentaba obligar a levantarnos y claro al final hemos tenido que ceder.
Prontito hemos cogido el metro en la tercera linea  diferente de metro que hay en esta zona. Vamos a ir al barrio de Akihabara. Aunque no somos muy de videojuegos, anime y electrónica, no podíamos perdernos estas calles llenas de fricadas. Centros comerciales enormes, edificios de recreativos, edificios de videojuegos y figuritas... una locura de luz, sonido y color. Hemos entrado en un centro comercial a ver una juguetería que había. Era muy grande pero casi nada novedoso, excepto, lo que le hemos comprado a Samu. Un dinosaurio que se puede abrir y está el esqueleto dentro, para comprarse todos, nos han encantado, creo que más a mi que a Samu jijiji


Akihabara


Jugando al Mario Kart real


Máquinas de bolas gashapon


Más tiendas


Dinosaurio

Después hemos ido al barrio de Shinjuku, zona administrativa de Tokio. Hemos venido a subir al edificio gubernamental para ver las vistas. Ya era hora de comer pero todo estaba lleno. Había colas de ejecutivos por todos lados, así que después de buscar y no encontrar nada, hemos ido directamente a ver las vistas. La verdad es que para ser gratis subir, está bastante bien, se ve todo Tokyo y es enooorme. 

Shinjuku

Jugando con mami

Vistas desde arriba 1

Más desde arriba

La última desee arriba

Mientras esperábamos para bajar, leímos un cartel que en la planta 32 había algún sitio para comer, y ahí que fuimos. Era como el restaurante de la gente que trabaja ahí, pero bueno, estaba bien y era barato. Unos noodles y un curry, y de postre, un pan de melón, una especie de suizo con azúcar por fuera y de interior verduzco, raro, pero adictivo.

 
Noodles y curry

Al salir, otra vez al metro. Las distancias son tan largas que con Samu es inevitable casi siempre. Siguiente parada, Santuario Meiji, en el parque Yoyogi. Pero es mentira, esto no es un parque, es un bosque! Que barbaridad, hacía hasta frío de lo sombrío que es! En los diferentes caminos que llevan al templo hay unos enormes toriis de madera. El templo estaba en obras, se deben estar preparando para las olimpiadas o algo.

Torii de entrada

Camino al templo

Templo

Puerta principal del templo

Torii desde abajo

Barriles de sake

Justo al lado del parque se encuentra una calle especial Takeshita Street. Un punto de encuentro de jóvenes donde hay tiendas de ropa, tiendas de dulces, todo cosas muy raras. Un sitio bien de curioso. Aquí he comprado unas gominolas, tres tipos, dos muy ricos, el otra está en la basura jeje.

Entrada a Takeshita Street

Y ya por último, volvemos a Shibuya donde está el famoso cruce de calle que vimos ayer. Apuntito de que se fuese el sol, llegamos a este barrio y aprovechamos para hacer una parada en un Muji y en una librería hasta que se hizo de noche. Unas fotitos, un par de cruces de calle y para casa que se tarda una hora.

Cruce desde abajo 

Cruce desde arriba

Luces en Shibuya

Ya en el hotel cansadísimos y deseando irnos a dormir. De hecho, hoy el blog tendrá más errores que nunca, porque mi correctora oficial se ha quedado dormida a la vez que su hijo. Yo he hecho un esfuercín para terminar el blog, que si no...