viernes, 11 de septiembre de 2009

Palma Aquarium

Siempre que Manuela quiere ir a algún sitio busca si hay un acuario en la ciudad y así me intenta convencer de ir, pero como a Mallorca no hacía falta obligarme pues no lo había mirado. Cuando llegamos al aeropuerto vimos un panfletito con unos peces anunciando: ¡Palma Aquarium!

Fuimos un día y nos sentimos estafados, los horarios que ponían en todas partes, en la web, en la publicidad y creo que hasta en el propio acuario eran falsos, cerraban antes de lo que decían. Aún tengo pendiente mandarles un mail para quejarme.

A los pocos días fuimos por la mañana para asegurarnos que no nos la jugaban. Nos acompañó Clara, una amiga de Manuela.
Las fotos del panfletito tenían buena pinta y no nos decepcionó. Después de ver la gran mayoría de acuarios de la península, puedo decir que tiene los mejores acuarios pequeños de todos. El acuario central, el grande, el mejor es el de Lisboa que tiene hasta 3 mantas rayas.
Está separado en varios ambientes, se empieza por los peces mediterráneos, luego los tropicales, luego sales al exterior donde hay unas tortugas marinas y unas rayas, después la zona de agua dulce y por último los tiburones, las medusas y la tienda de souvenirs.
Los acuarios son todo naturales, la mayoría son pequeños pero muy cuidados y muy bonitos. Al lado de cada uno tiene una pantalla interactiva en varios idiomas donde puedes ver los animales que hay en ese acuario. También tienen unos pequeños acuarios con pequeños animales, nudibranquios, anémonas, caballitos… que tienen una lupa muy grande para poder verlos más de cerca.
Hay un acuario abierto para poder tocar estrellas y erizos, mientras unas cuantas rayas nadan alrededor. Allí un hombre te explica un poco que es cada cosa. Mientras Clara tocaba una estrellita, el señor me empezó a hacer un test sobre las cosas que había en el acuario y le dejé pasmado. Me preguntó si sabia que rayas había en el acuario, que si sabia que diferencias había entre las mantas y las rayas, no me pilló en ninguna pregunta, jiji.
Las fotos no son muy buenas, en estos sitios si no tienes una réflex, siempre salen mal.

Manuela y Clara mirando un acuario

Clara con la estrella

Un acuario bastante grande, quien lo tuviera

Un señor limpiando los cristales

Una tortuga marina

martes, 8 de septiembre de 2009

Inmersión 45 en mi logbook

La segunda inmersión la empezamos a las 14:00. Como el 98% de la gente que bucea en este centro no es española, siguen su peculiar horario europeo por lo tanto no hacen inmersiones dobles. Es un poco rollete salir de bucear irte a casa comer algo y volver a bucear, menos mal que estaba bastante cerca de casita.

Nuestro guía era alemán y no tenia ni papa de español así que no hablaba con nosotros, no sabíamos ni lo que íbamos a hacer. Sabíamos que íbamos a bajar y a bordear una enorme roca que se suponía que había abajo. Nos tiramos y empezamos a descender por una gran muralla de roca en la que no había mucha vida. Cuando llegamos a los 24 metros una termoclina a 24º te hacia pensar que llevar traje shorty era una mala idea. El guía nos seguía de cerca sin inmutarse de nada. Yo le mire y le dije: vamos un poco para arriba, y para arriba que fuimos. No sabíamos que hacer pero bueno seguimos a nuestra bola rodeando la gran pared. A media inmersión me di cuenta que era un tipo de guía que aún no conocía. Lo único que hacía era seguirnos a una distancia prudencial. Es un poco raro pero para una inmersión así de sencilla se agradece poder ir a nuestro ritmo.

De cositas que vimos… pues no mucho la verdad, muchos muchos peces, pero de vida pequeñita nada de nada. Por eso decidimos no bucear más, no nos emociono tanto como esperábamos y los precios eran un poco elevados. El resto de los días hicimos turismo playero y un poco de snorkel. La próxima vez que volvamos iremos a otra zona para catar otros fondos de la isla.


Fecha: 31/08/09
Club: Club de buceo Robinson
Zona de inmersión: Grobes Riff
Duración: 49 minutos
Prof. Máxima: 27,43 m
Temperatura: 24º/26º
Consumo: 170 bar
Visibilidad: 20 m
Corriente: Nula


Cardumen de Mojarras (Diplodus vulgaris)

Sargo (Diplodus sargas sargus)

Cuevecita

Cardumen de Castañuelas (Chromis chromis)

Esponja de cuerno rugoso (Dysidea avara)

Manuela, la chica que no respira bajo el agua, haciendo la estrella, jijiji.

Inmersión 44 en mi logbook

Por fin íbamos a bucear en las cristalinas aguas mallorquinas. El lugar elegido era el club de buceo Robinson. En Mallorca, la mayoría de los centros de buceo son gestionados por alemanes, por suerte en nuestro caso, hablaban un poco de español.

Después de presentarnos, formalizar el papeleo y preparar el equipo, fuimos andando hasta el borde de la playa donde nos teníamos que equipar por completo antes de subir a la barca. En poco mas de 5 minutos llegamos al punto de inmersión. Íbamos los 4 (Manuela, Inés, Javi y yo) con un instructor que no era del centro pero que era amigo del dueño. Un tipo genial que hablaba bastante bien español y que no paraba de decir gracietas muy divertidas.
Desde el barco se podía ver el fondo a unos 15 metros de profundidad, la inmersión prometía, pero una vez en el agua volvimos a la triste realidad del mediterráneo. A pesar de las playas y el agua con aspecto caribeño, el fondo marino estaba pelón. Parecía que íbamos a bucear entre peces y corales de colores pero estábamos en nuestro destrozado y despoblado mar.
Por suerte pudimos ver cosas que no habíamos visto nunca como una cigarra de mar, unas gambitas… Aunque no sea el mejor sitio del mundo, nunca te deja de sorprender su fondo marino.

Las inmersiones en este centro de buceo se hacen con botellas de solo 10l, esto sumado a que iba con un traje shorty y con solo 3kg de plomos, la comodidad era absoluta.


Fecha: 31/08/09
Club: Club de buceo Robinson
Zona de inmersión: Parc mar
Duración: 57 minutos
Prof. Máxima: 18,59 m
Temperatura: 26º
Consumo: 190 bar
Visibilidad: 20 m
Corriente: Nula


Cigarra de mar (Scyllarides latus)

Morena mediterránea, gambas limpiadoras, camarón boxeador y juveniles de castañuelas
(Muraena helena, Lysmata seticaudata, Stenopus spinosus, Chromis chromis)

Cangrejo ermitaño común (Dardanus calidus)

Los cuatro posando

Medusa huevo frito (Cotylorhiza tuberculata)

Peces cardenal (Apogon imberbis) y ascidia rojo sangre (Holocynthia popillosa)

lunes, 7 de septiembre de 2009

Isla de Cabrera

El sábado 29 aterrizamos por fin en Mallorca con el cielo un poco encapotado. Llegamos al apartamento después de una hora de coche, y cuando vimos donde íbamos a estar alojados los próximos días lo flipamos. Un duplex con dos habitaciones con baño propio, cocina, salón, una terraza enorme, un jardincito y a dos pasos de la piscinita, todo un lujo.

El domingo no teníamos planeado que hacer, así que reservamos plaza en un barquito para ir a la isla de Cabrera. A las 11:00 de la mañana ya estábamos de camino y tras un avistamiento de delfines llegamos a la islita. Nos bajamos en un pequeño puerto en el que solo se puede parar para este fin y allí nos explicaron un poco las normas del parque. Luego empezamos nuestro corto paseo por la isla.

La isla de Cabrera desde el barco

La primera playa que vimos nos hizo parar. Era una calita muy pequeña con el agua más cristalina que en una piscina, una gozada. Al poco rato vinieron unas chicas que se empezaron a desnudar, completamente, para tomar el sol, fue entonces cuando pensamos que ese no era nuestro sitio, que era mejor que fuéramos a la playa de las familias, jejeje.
En la playa de las familias, que se llama playa Cas Pages, plantamos nuestras toallas bajo un sol infernal y nos metimos en el agua a hacer snorkel, en esta playa hay un recorrido marcado con bollas y debajo del agua hay unos carteles informativos con unas cuantas fotos y explicaciones de lo que se puede ver. Con el agua tan cristalina y calentita pasamos una hora sin apenas darnos cuenta. Aquí hice mi primera foto subacuatica del día y pasó algo terrible. La batería no se había cargado bien y no podía hacer fotos… Una gran pena, porque aunque tampoco vimos muchas cosas las condiciones eran perfectas.

Puerto de la isla de Cabrera

Playa con aguas caribeñas

A las 17:00 salió nuestro barco rumbo a la Cueva Azul, una enorme cúpula de roca donde se mete el barco y te das un baño. Es increíble porque como dice su nombre el agua de un color azulado, la visibilidad será como de 30 metros, brutal.

Interior de la Cueva Azul

A las 19:00 ya estábamos de nuevo en tierra firme, con la espalda un poco quemada pero muy contentos con nuestro primer día en Mallorca.
Merece la pena ir a esta pequeña isla, esta todo muy cuidado y virgen. Parece que nosotros tuvimos suerte porque había poca gente, en pleno agosto debe ser como Benidorm. Para la próxima visita a Mallorca no puede faltarnos ir a bucear a Cabrera.