Hoy era el día de entrada a Italia por fin. Después de un buen desayuno bufet a base de crepes con nocilla, zumo de naranja natural y alguna otra cosa rica, emprendemos nuestro último tramo de viaje antes de llegar a nuestro destino. Yo creía que era menos distancia, pero al final fueron unas 7 horas de viaje que con paliza acumulada se hicieron un poco largos.
Lo más curioso de este primer tramo fue que paramos en una estación de servicio cerca de Grenoble en la que paramos también en nuestro viaje en furgoneta a Alemania en 2022.
Hace un par de años en el mismo lugar...
Tras tres horas de viaje por fin llegamos Oulx en Italia. Primer pueblo importante después de cruzar el largo túnel de 13 kilómetros que le separa de Francia.
Paramos a comer la primera pizza italiana del viaje. Bastante rica la verdad, una en lugar de tomate tenía como un puré de calabacín.
Vuelta a conducir. Lo que nos quedaba era pasar Turín, pasar Milán y por fin llegar a nuestro destino final para hoy, Raffa en el Lago de Garda.
Al llegar tuvimos que hacer el check-in a través del móvil porque no había nadie que nos pudiera recibir, Un poco gincana, pero todo bien.
Subimos las maletas al hotel y salimos a dar una vuelta por los pueblos de la zona. En este momento se encendió la primera lucecita de la furgoneta… Había que rellenar adblue, maldito adblue y maldito Peugeot (por si no lo sabes hay un problema de fábrica en todos los motores diésel del grupo PSA, aleatoriamente se rompe el depósito de adblue y te toca cambiarlo y pagarlo, a pesar de ser un fallo de diseño…) Por suerte solo era rellenar…
Elegimos ir a Saló, un pueblo a orillas del Lago de Garda. Un sitio muy bonito, cuidado, limpio y muy piji, como todo por esta zona. El primer objetivo fue aparcar y el siguiente, tomarnos un helado.
El paseo por la orilla del lago es precioso. El lago es enorme y eso que la vista desde aquí es de este a oeste del lago que es la zona estrecha.
Ya de vuelta en el pueblo de nuestro alojamiento fuimos a cenar a un restaurante que nos recomendaron que tenía una pequeña sala de juego infantil que siempre hace un poco más agradable la cena.
Por fin estamos en Italia y casi estamos en Dolomitas, mañana nos adentramos ya si que si en plena naturaleza, tenemos ganas de dejar el coche y empezar a dar paseitos tranquilos, respirar aire limpio y disfrutar de los paisajes tan increíbles que ofrece esta zona de los Alpes italiano.
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