miércoles, 7 de noviembre de 2018

Japón día 13. Tokio soleado

Que palizón de día, hoy ha hecho bastante bueno y hemos hecho todo lo que nos faltó ayer y un poquito más.

Como siempre Samuelín ha decidido madrugar, pero estaba tan cansado que no se podía mover, solo nos intentaba obligar a levantarnos y claro al final hemos tenido que ceder.
Prontito hemos cogido el metro en la tercera linea  diferente de metro que hay en esta zona. Vamos a ir al barrio de Akihabara. Aunque no somos muy de videojuegos, anime y electrónica, no podíamos perdernos estas calles llenas de fricadas. Centros comerciales enormes, edificios de recreativos, edificios de videojuegos y figuritas... una locura de luz, sonido y color. Hemos entrado en un centro comercial a ver una juguetería que había. Era muy grande pero casi nada novedoso, excepto, lo que le hemos comprado a Samu. Un dinosaurio que se puede abrir y está el esqueleto dentro, para comprarse todos, nos han encantado, creo que más a mi que a Samu jijiji


Akihabara


Jugando al Mario Kart real


Máquinas de bolas gashapon


Más tiendas


Dinosaurio

Después hemos ido al barrio de Shinjuku, zona administrativa de Tokio. Hemos venido a subir al edificio gubernamental para ver las vistas. Ya era hora de comer pero todo estaba lleno. Había colas de ejecutivos por todos lados, así que después de buscar y no encontrar nada, hemos ido directamente a ver las vistas. La verdad es que para ser gratis subir, está bastante bien, se ve todo Tokyo y es enooorme. 

Shinjuku

Jugando con mami

Vistas desde arriba 1

Más desde arriba

La última desee arriba

Mientras esperábamos para bajar, leímos un cartel que en la planta 32 había algún sitio para comer, y ahí que fuimos. Era como el restaurante de la gente que trabaja ahí, pero bueno, estaba bien y era barato. Unos noodles y un curry, y de postre, un pan de melón, una especie de suizo con azúcar por fuera y de interior verduzco, raro, pero adictivo.

 
Noodles y curry

Al salir, otra vez al metro. Las distancias son tan largas que con Samu es inevitable casi siempre. Siguiente parada, Santuario Meiji, en el parque Yoyogi. Pero es mentira, esto no es un parque, es un bosque! Que barbaridad, hacía hasta frío de lo sombrío que es! En los diferentes caminos que llevan al templo hay unos enormes toriis de madera. El templo estaba en obras, se deben estar preparando para las olimpiadas o algo.

Torii de entrada

Camino al templo

Templo

Puerta principal del templo

Torii desde abajo

Barriles de sake

Justo al lado del parque se encuentra una calle especial Takeshita Street. Un punto de encuentro de jóvenes donde hay tiendas de ropa, tiendas de dulces, todo cosas muy raras. Un sitio bien de curioso. Aquí he comprado unas gominolas, tres tipos, dos muy ricos, el otra está en la basura jeje.

Entrada a Takeshita Street

Y ya por último, volvemos a Shibuya donde está el famoso cruce de calle que vimos ayer. Apuntito de que se fuese el sol, llegamos a este barrio y aprovechamos para hacer una parada en un Muji y en una librería hasta que se hizo de noche. Unas fotitos, un par de cruces de calle y para casa que se tarda una hora.

Cruce desde abajo 

Cruce desde arriba

Luces en Shibuya

Ya en el hotel cansadísimos y deseando irnos a dormir. De hecho, hoy el blog tendrá más errores que nunca, porque mi correctora oficial se ha quedado dormida a la vez que su hijo. Yo he hecho un esfuercín para terminar el blog, que si no...