lunes, 5 de noviembre de 2018

Japón día 11. Tokyo 1/2

Ya nos vamos de Okinawa, la verdad es que el mal tiempo no nos ha dejado disfrutar todo lo que nos hubiera gustado. Unos días de playa tranquilos nos hubieran venido muy bien. Pero bueno, aun nos queda casi una semana de viaje. 

El día de hoy empezaba con desayuno buffet. A mi me chiflan este tipo de desayunos en los que pasas de bollitos a embutido, de fruta a tostadas, y de zumito a leche. El problema es que no es España. Aquí pasas de pollo frito a noodles, de arroz a pescado y de te a jugos artificiales de colores rarunos. Por suerte unos cruasancitos, un poco de piña y unas tortitas han salvado el desayuno. Una cosa le tengo que decir a los japoneses, con chocolate seréis más felices aún...

Con tiempo, hemos salido del hotel para conducir dirante una hora hasta donde teníamos que devolver el coche de alquiler, cerca del aeropuerto de Naha. El viaje de nuevo amenizado por Samuti, que no logró dormirse. Justo antes de dejar el coche, echamos gasolina. Por suerte, aquí no quieren tener paro y siguen contratando a personas que se encargan de echar gasolina. Así que, ha sido muy fácil el trámite. Hemos devuelto el coche, hemos cogido el autobús hasta la terminal de salidas domésticas, y, gracias a mi perfecta planificación y exceso de prudencia hemos llegado tres horas antes al aeropuerto jijiji.

Ya facturados hemos bajado a la planta de abajo a gastar nuestras ya solo dos horas y media. Por suerte había cochecitos de monedas que a Samu le gustan mucho. Por suerte aun no sabe que si pagas se mueven, hacen ruido y se encienden las luces.

Samu en un tren bala.

Hemos aprovechado también para comer un poco de comida preparada de supermercado que aquí parece que es la técnica más común de la alimentación. Y ya hemos pasado el control para esperar a embarcar. Mientras estábamos en la fila de seguridad Samu se ha quedado dormido y hasta una hora antes de aterrizar no se ha despertado. Casi a la vez que la pierna de Manu que le llevaba dormido encima. Hemos volado con Japan Airlines, en un mega avión de 500 plazas a tope. Los asientos con mucho espacio y a Samu le han dado un avioncín de regalo. 

En el avión 

Ha sido un buen vuelo. Ya en tierra hemos tenido que esperar bastante, hasta que los 500 pasajeros hemos recogido nuestra maleta, imagínate, y ya al tren. Por suerte, directo hasta la estación más cercana a nuestro hotel, Asakusa. Subiendo por el ascensor hemos coincidido con una pareja de japoneses mayorcillos que han estado sonriendo a Samu, y saludandole y eso. Pues, surrealismo total, el hombre ha sacado la cartera y le ha dado a Samu dos billetes de mil yenes!! No sabíamos que hacer, ha sido de coña, pero sí, se los ha regalado. Su primera paga!! 15 eurazos!! Ya compraremos unas bolas de esas que nos gustan tanto jiji. Nada más salir de la estación vemos por primera vez la torre Skytree. 

Skytree

Camino al hotel

Ya es de noche pero está todo iluminado. Llegar al hotel es fácil está en una calle principal cerca de uno de los templos más importantes de Tokyo. Es un hotel bastante moderno aunque las habitaciones son pequeñisimas. A Samu le han dado un set de bienvenida con unas zapatillitas y un cepillo de dientes, estaba encantado.

Vistas desde el hotel, que no desde nuestra habitación 

En la habitación 

Una vez asentados, y después de grabar un video de felicitación muy especial, hemos salido a visitar el templo Senso-ji de noche, que está al lado del hotel. Las tiendas que dan al templo estaban cerrando ya, pero claro, ya había mucha menos gente. Una chulada de templo, todo iluminado. 

Primera puerta

Tiendas cerrando y la entrada del templo al fondo

Puerta de entrada

Pagoda

Puerta desde dentro con zapatillas de buda a los lados

Templo y pagoda

A la salida hemos pasado por la zona de comida pero esto si que estaba todo cerrado, ya volveremos de día. Pero así cerrado también tenia su encanto.

Entrada 

La calle con todo cerrado

Un poco de compra en el súper y a buscar donde cenar. Hemos elegido un sitio de ramen y hemos pedido también una gyozas, estaba todo rico. De postre un crepe de fresa. Samu estaba ya muy cansado y era incontrolable, así que directos al hotel a bañarse y a dormir. Mañana más Tokyo!

1 comentario:

Ana dijo...

Bieeen, ya estáis en Tokio!!
Nosotros también nos alojamos ultra cerca de Senso-ji. Por esas calles hay muchas izakayas y se cena muy bien a base de ricas brochetas.. Ummm
Disfrutad!