En principio la ruta la teníamos mañana, pero ayer por la noche antes de dormirnos, cambiamos de día para aprovechar el que, en teoría, sería el mejor día de toda la semana. Y qué día, no nos lo podíamos creer, ni una nube hasta que empezamos el descenso de nuestra ruta. Veníamos preparados para el frío pero no para el calor jejeje. Ha sido un día increíble, de esos pocos que hacen por aquí, porque ya no es solo que haya hecho sol, si no que no ha hecho casi viento. Esta vez sí, hemos tenido muchísima suerte, estamos contentísimos.
A las 6:30 estábamos desayunando y a las 7:10 montados en el coche con todo preparado. Nos esperaba una hora de carretera buena y después casi dos horas de ripio, carretera sin asfaltar, tipo camino de tierra polvoriento pero bien mantenido. Aunque no por estar en buen estado puedes pasar de 50km/h.
El camino se hace largo la verdad, pero cuando llegas al primer mirador, el mirador del Lago Sarmiento, las vistas te hacen recuperar los ánimos.
Poco a poco avanzamos hasta llegar a la Guardería Sarmiento donde nos registramos y pagamos. No les quedaban mapas del parque, así que seguimos avanzando sin saber qué íbamos a ir viendo. De repente una lagunita, que aunque el macizo estaba un poco tapado, aún se veían las torres, y para rematar unos guanacos pastando tranquilamente.
Un poco más adelante, la Laguna de los Cisnes. Una súper laguna. Al fondo el macizo de los cuerno y en el agua cisnes y un grupito de flamencos al fondo, una pasada. Una de las cosas más increíbles de este lugar es que avanzas un par de kilómetros con el coche y la vista que tienes del macizo central es totalmente diferente.
Por fin llegamos al parking del hotel torres. A la 9:50 estábamos empezando a andar para subir al Mirador de las Torres. La verdad es que estábamos un poco cagadetis por los tiempos de la ruta, en blogs que habíamos leído, hablaban de cuatro horas de ascenso y otras tantas de descenso, y en el plano del parque daban cuatro y media. Vamos a priori un palizón. Pero según fuimos avanzando vimos que esos tiempos eran para turistas, no para alemanes alpinistas como nosotros jeje, en dos horas y tres cuartos estamos haciéndonos fotos en la laguna, un tiempanzo jeje. Pero antes de fotos vamos a comentar la subida.
Empieza con 300 metros de desnivel un poco intensos, pero como estábamos motivados ni los sufrimos. Es un poco autopista, con tiempo, parece que cualquiera puede subir, por lo menos hoy subía cualquiera, y con cualquiera me refiero a todo tipo de persona, condición física, edad, nacionalidad... Los primeros metros los subimos tras una chica de ventialgo años con una mochila de Minny Mouse, de tamaño guardería. Un poco más adelante unos cuantos con la mochila vacía, o eso parecía, porque todo lo que llevaban saco, poto, zapatillas, cantimplora... colgaba de las cuerdas exteriores de la mochila. Mucha gente mayor y alguna muy mayor. Mucha gente experta o eso parecía por el tamaño de sus mochilas, hemos visto alguna en la que podrían meterse tres Manuelas, increíble lo que tenía que pesar eso. En fin, nos ha entretenido la subida al ir pasando a la gente jeje.
Tras esos metros iniciales llega un tramo de unos 5 kilómetros de un constante sube baja bastante cansino, que iba adentrándose en el bosque conforme se acercaba a la última ascensión. Un lugar muy bonito, cruzando ríos por puentes de madera, con caminos serpenteantes entre árboles...
Bueno pues en un punto cruzando un riachuelo... He pisado un tronquito húmedo y zas, al suelo. No hubiera pasado de ahí si no fuera porque al caer justo apoyé toda la mano en un charco de barro. Y no hubiera pasado de ahí, si en esa mano no hubiera llevado la cámara... Pues si, se ha dado un bañito de lodo tipo spa. Rápidamente la he enjuagado y la he quitado la batería y la tarjeta, y la he dejado sin usar hasta arriba. He tenido suerte porque no ha entrado agua. Qué desastre... Y luego me he pegado otro toñote, pero ese sin mayor consecuencias, solo un dolor insoportable en la moral por las risa de Manu, jeje.
Y ya para terminar la ascensión, quedan otros 300 metros de desnivel esta vez bastante más exigentes, primero por un lateral de la morrena y luego atravesándola hasta llegar al collado dónde está la laguna de las torres.
Según te acercas al borde del collado se empiezan a ver las puntitas de las torres, unas moles de granito espectaculares. Cuando llegas al collado las ves ahí, al lado, enormes, con un entorno virgen espectacular. Las fotos, como es normal no muestran su tamaño. La laguna está a 850 metros sobre el nivel del mar, y la cima de la torre central está a 2800 metros, o sea que son unas paredes de casi dos mil metros.
La bajada se nos hizo súper pesada, ya no había el aliciente de llegar al mirador para ver Las Torres, días como hoy hay pocos en este lugar, y se nos pasó súper lento. Casi tardamos lo mismo en subir que en bajar.
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