Llegamos sobre las 8:15 a Puerto Montt pero directamente fuimos a reservar nuestros asientos para el autobús que iba hacia el aeropuerto. Justo salía uno a las 8:30, así que cambio rápido de autobús y en 20 minutos estábamos allí. Reserve aquí el coche de alquiler porque como hoy era domingo sólo estaba abierta esta sucursal, y así, ya de paso, lo devolveríamos directamente en el aeropuerto dentro de unos días que cogemos un avión. El aeropuerto es nuevo y como es pequeñito pues ha sido fácil todo, en otros 20 minutitos ya estábamos en marcha para poner nuestros caretos de no haber dormido en cama en 72 horas, rumbo a Chiloé.
Por culpa de una confusión mía con la cantidad de gasolina que tenía el coche, hemos ido cagaos todo el camino por si nos quedábamos sin una gota. Y lo peor de todo es que parece que hemos entrado en la región de, en este sitio no hay gasolineras a 30 km a la redonda. Hemos hecho 30 km, un cruce en un transbordador y otros 25km, para llegar a la gasolinera más cercana... El paso del transbordador también ha sido muy rápido. Hemos llegado y directos al mar.
Por fin con el depósito a tope
Una pena que durante todo el camino ha estado lloviendo. Una lluvia especial, súper fina pero que te empapaba en segundos.
Sobre las 12:00 hemos llegado a Castro, capital de la isla de Chiloé y hemos aparcado nuestro cochecín en la puerta de nuestro Apart Hotel Palafito Verde. Por el borde del mar se encuentran los palafitos, construcciones en el agua elevadas sobre columnas de madera y que desde la calle parecen casas normales. En nuestra zona están reformando muchos para hacer hostales muy chulos.
Como no podíamos entrar hasta las 15:00 al apartamento, nos hemos ido a comer y a dar un paseo. Primero hemos pasado por un palafito de una asociación de mujeres artesanas con productos hechos a mano.
Después hemos dado una vuelta hasta el mercado de artesanía que venden fruta, verdura, pescado, lanas y muchas cosas curiosas todo mezclado en el mismo puesto, eso sí todo impoluto, limpísimo.
Otra del mercado
Y para terminar la mañana hemos comido en un sitio muy chulo frente al mar. Marisquito y pescadito para recuperarnos de la escasez muniquesa de estos productos. Riquísimo.
Así sí que sí
Y ya por fin hemos entrado en nuestro lujoso apartamento. Un palafito ecológico, muy bien puesto y con unas vistas espectaculares. No nos queremos ir de aquí!
3 comentarios:
Efectivamente en estas fechas la envídia sana es mayor , por ahora el viaje promete. Seguiré con atención .
Manolo
Madré qué periplo!
Nos has puesto tres entradas ultra seguidas y ahora intullo que igual no nos das nada en unos días. .. supongo que es lo que tiene las 70h de viaje jeje
Disfrutad!
Espero mantener el ritmo! Mientras haya internet lo intentaré. Aunque seguro que el texto va menguando como me pasa siempre jejeje. Gracias a todos por seguirnos!
Besosss
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