Último día completo del viaje. Mañana ya nos toca volver. Aún nos queda por explorar la zona oeste de Manhattan. La verdad es que Nueva York es infinito; las zonas que hemos visitado no son ni el cinco por ciento de la ciudad. No me importaría quedarme unos días más, la verdad.
El día ha amanecido con bruma. En la tele del desayuno han mostrado unas imágenes de Manhattan con los rascacielos ocultos por la niebla. Pero, cuando hemos llegado, ya hacía un solazo.
Tras un paseíto por la 14th Street hasta llegar a la orilla del río Hudson, encontramos Little Island, un parque construido sobre una isla artificial como atracción turística.
Desde fuera es bonito, por su forma y por cómo se sostiene sobre pilares en el agua. Pero una vez dentro, recorriendo sus caminos, solo encuentras un pequeño mirador lleno de gente y un par de cosillas más. Casi no merece la pena subir.
Pier 54
Desde al lado del mirador
Empire State de fondo
Little Island
Hacía bastante calor, así que nos pasamos por el muelle de al lado a tomar un almuerzo y, de paso, disfrutar de las vistas desde su terraza.
Los primos
Foto familiar
Justo desde ahí, subiendo unas escaleras, se accede a The High Line, una antigua vía de tren elevada que se ha reconvertido en un paseo muy chulo, con buenas vistas. Te lleva desde Little Island hasta el rascacielos The Edge.
Antiguas vías del tren
10th avenue
Entre árboles en flor
Superman está en la ciudad!
Al final del High Line se llega a un centro comercial, donde hicimos una parada para comer una hamburguesa y un batido en un Shake Shack.
Al terminar, compramos nuestras entradas para subir al mirador The Edge, en la planta 100 del edificio. Es una plataforma que sobresale, como un balcón gigante, rodeada completamente por una cristalera. Es peculiar porque los cristales llegan hasta el suelo y están inclinados hacia fuera del edificio, lo que da una sensación de vacío y da bastante cosita en la barriga.
Subiendo a la planta 100
World Trade Center de fondo
Esquina de The Edge
Empire State
Hudson y Central Park
Explorando sin miedo
Hay una zona con el suelo de cristal por donde puedes pasar viendo el vacío bajo tus pies.
Miedo y precaución
Tumbado en el vacío
Es curioso cómo, con la edad, me dan más respeto las alturas… aunque no me importaría venirme unos meses a hacer trabajos verticales en estas altísimas torres.
Al salir del edificio te encuentras con The Vessel, una estructura en forma de panal de abejas que parece una piña. Tiene 46 metros de altura y, desde hace poco, se puede subir a pie sus 16 pisos y 2.500 peldaños. Nosotros no lo hicimos.
The Vessel
Ya para terminar el día, nos acercamos a ver desde fuera el Intrepid Museum, un portaaviones militar reconvertido en museo, que se puede visitar por dentro y que también incluye un submarino, creo.
Justo al lado, en la terminal de la 39th Street, cogimos un ferry que, en 20 minutos, nos dejó en Jersey City, cerquita de nuestro hotel.
Intrepid Museum
Único sitio con vistas
Skyline desde el ferry
De camino hice una parada a comprar alguna cosilla para el viaje de mañana y para la cena de esta noche, nada cuatro cosas… Por si no se ve el ticket en la foto, han sido 42$… hay que ser muy rico para vivir en este lugar…
Precio de la compra
Y como era la ultima noche del viaje y aun no habíamos visto el skyline de Nueva York de noche, nos hemos acercado al Hudson, a 10 minutos del hotel a ver las luces nocturnas. Hoy iluminadas las azoteas de los rascacielos en verde por la celebración del día de la tierra
Panorámica
Última foto de familia antes de la vuelta
World Trade Center de noche