Estas últimas líneas sobre nuestro gran viaje de este año las escribo desde el avión camino a Madrid.
Son las 7 de la mañana hora de España, el viaje está siendo un poco tortura.
Salimos a las 4:30 de Berkeley hacia el aeropuerto, dejamos el coche en el sitio del alquiler, todo muy bien indicado, vamos al aeropuerto, facturamos, desayunamos y embarcamos.
Como no, tenemos mala suerte con nuestros vecinos de viaje. Esta vez hemos tenido la fortuna de ir acompañados por dos crupieres que se han tirado las 5 horas de viaje hasta Philadelphia jugando a las cartas y barajando como auténticos profesionales contra la tabla-bandeja del avión a cada mano, un ruido modestísimo que casi no nos ha dejado descansar.
Cuando ya estábamos sobre Philadelphia, el señor comandante, nos ha anunciado que tendríamos que estar dando vueltas durante 30 minutos, por que Obama estaba en el aeropuerto y estaba cerrado el espacio aéreo… No tenia otro día…
Segundo trayecto, cambio de terminal sin ningún tipo de control, solo enseñar el pasaporte, y porque hemos querido nosotros que si no… Tanto problema a la ida y tan poco a la vuelta… Bueno pues este segundo viaje ha comenzado mal también. Un grupo de unos 12 niños-pijos andaluces nos han tocado detrás y taco tras taco han ido amenizando la espera, que ha sido de dos horas, ¿por qué? Para empezar el nuevo comandante nos informa que vamos a tardar poquísimo en llegar a Madrid, tan solo 6 horas y media, y añade después, sin dar mas información, "no hay que preocuparse porque el huracán lo pasaremos lejos…" Pero bueno, y lo dice tan tranquilo el tío. Al rato vuelve a hablar, que los técnicos están haciendo unas comprobaciones que salimos en nada. Otro comunicado, que el ordenador parece que no funciona que vamos a tardar un poco mas de los esperado. A la hora y media, cuando todo parecía arreglado y nos íbamos a poner en marcha, de nuevo nos pone en alerta esa voz inquietante para decirnos que Obama va a despegar y que esta cerrado el espacio aéreo otra vez… Ha sido un despegue un poco intranquilo, pero todo ha ido bien.
A parte de este cúmulo de casualidades aquí estamos, sobrevolando el Atlántico y llegando a Madrid, sin haber dormido nada y soportando bastantes turbulencias, ¿serán del huracán?.
Espero que hayáis disfrutado con los post del viaje y que os hayan gustado las fotos. Muchas gracias a todos por los comentarios,
El año que viene al Mar Rojo!!!
---Ya estamos en casa.