domingo, 20 de abril de 2025

Nueva York día 5. Museo Ciencias Naturales y Central Park

Esta mañana, a las 7:30, ya estábamos desayunando y, al terminar, nos hemos ido de nuevo al parque oscuro, como lo llaman los niños por el tobogán cerrado. Allí hemos estado una horita y luego nos hemos ido al centro. El día iba a ser caluroso, no había viento y estaba nublado. Ya a primera hora hacía un bochorno interesante y para rematar, ha salido el sol y hasta parecía verano.
Paseando por Jersey City

Me encanta la zona del parque oscuro

Al final se nos ha hecho un poco tarde. Era sábado de Semana Santa, había obras en el tren y los horarios son diferentes en fin de semana. Al bajar al andén estaba abarrotado, y el tren ya llegaba llenísimo. Hemos tenido que esperar al siguiente, en el que, por suerte, nos hemos podido meter un poco a la fuerza. Transbordo y a seguir con el metro. En la parada de la 72 Street nos hemos bajado. Aquí está uno de los locales de perritos más famosos de Nueva York: Gray’s Papaya. Hemos almorzado un perrito caliente completo y una especie de batido de papaya y otro de piña. Estaban buenos, pero nos quedamos con el del partido de béisbol: más grande y la salchicha estaba mucho mejor. A mí me ha tocado un pan seco, peor que el de perrito de Bimbo. Como experiencia, muy buena eso sí.

Gray’s Papaya

Pidiendo perritos calientes

Comiendo hot dogs

Hemos continuado dando un paseo hasta un parque con los niños, mientras los abuelos y las tías visitaban un pequeño outlet por la zona. En el parque hacía un calor terrible, así que hemos decidido poner rumbo al Museo de Ciencias Naturales de Nueva York para pillar un poco de aire acondicionado. En el camino, que se me olvidaba contarlo, hemos comprado y devorado nuestras primeras dos mega cookies. Eran solo dos, pero enormes; pesaba la bolsa como medio kilo. Estaban ricas, pero no espectaculares. Tenían un poco demasiado duro el exterior, pero no ha quedado ni una miga.

Devorando cookies de almuerzo

Ya en el museo, la entrada promete: se ven unos cuantos minerales (lo que más le gusta a Samu), dinosaurios, animales… Hay muchas puertas de acceso; nosotros hemos entrado por una que no es la típica, la de la película Noche en el museo, pero era un sitio súper espectacular.
Empezamos con los minerales: sin palabras, una brutalidad. En Madrid vas a un museo a ver minerales y están colocados en cajitas de cerillas que ni se ven. Aquí son enormes, todo visualmente perfecto y muy bien explicado, solo el texto necesario. No hay duda de que aquí está expuesto lo mejor de lo mejor del mundo, ya sea encontrado, saqueado o robado.
Luego seguimos por la zona de la Tierra, la evolución, el mar, mamíferos africanos, dinosaurios… Todo muy rápido porque no teníamos mucho tiempo para verlo, pero todo perfecto. En algún otro museo, como el de Londres o el de Tokio, los animales disecados están todos expuestos a mogollón. Mola también porque están cerca y se ven guay, pero es que aquí están en un diorama. Tras un cristal, simulan el entorno, vegetación y terreno, todo, para que parezca que están en su hábitat. Es increíble lo realista que parece todo.
Es un museo para dedicarle varios días, o mejor, para tenerlo al lado de casa y sacarte el pase anual. Muy bonito, muy bien montado y muy bien mantenido.

Sala minerales

Geoda gigante

Sala mamíferos Africanos 

Elefantes

Prrrrrrr

Dinosaurio que se sale de la sala

T-Rex

Museo de Ciencias Naturales

Terminamos la visita y ya era hora de comer. Directamente fuimos a un italiano cercano. Una pizza de setas y jamón serrano italiano, muy rica. Molaba que te ponían agua del grifo todo el rato y, como yo estoy en modo poco refresco, me encanta.

Comiendo en un italiano

Una escapadita a otra tienda de cookies para comprar el postre y a pasear por Central Park. Un calor, una cantidad de gente… parecía que estaba todo Nueva York allí.
Es increíblemente grande, las distancias son interminables y los caminos, laberínticos. Hemos visto una mínima parte del parque, pero se nota que los neoyorquinos lo disfrutan.
Paradita para tomar las cookies y descansar un poco en un césped a la sombra. Y para terminar el día de turismo antes de volver al hotel a cenar, pasamos por una tienda de chuches. 

Paseando por Central Park

Posado familiar

Gente por todas partes

Merendando cookies

Paseando por Nueva York

Columbus Circle

Chuches gigantes

Y como remate final… hemos visto jugar y ganar en directo a los New York Knicks de la NBA en Nueva York!! 
Viendo a los Knick’s como pobres pero tan ricamente en pijama

1 comentario:

Ana dijo...

La foto de "flipamos con el tamaño de las chuches" mola mucho, jeje