Por fin, después de diez meses desde el viaje al Mar Rojo, nos juntamos de nuevo Inés, Javi, Manu y yo para volver a bucear, esta vez en casa, en España, en Alicante, en Benidorm y, por supuesto, con el mejor centro de buceo de la zona, Nisos Benidorm.
Nos levantamos para ver el encierro, desayunamos un poco y cogimos el coche para ir a Benidorm.
Como siempre, Jessy y Jose, nos recibieron con un amigable saludo, aun se acuerdan de nosotros, jejeje. Los cuatro fantásticos, como nos llama Jessy, han regresado para hacer una inmersión doble y así quitarle el polvo al material de buceo.
Preparamos todo el equipo, lo cargamos en la furgo y con los nervios típicos de los primeros días de buceo del año, llegamos al puerto. Ya se nos había olvidado cómo era la sensación de cargar con el equipo, la experiencia en el Mar Rojo, donde nos hacían todo, nos había acomodado un poco, pero rápidamente volvimos a la realidad, a la dura y pesada realidad.
Nuestra primera inmersión fue en La Llosa y nuestro guía de hoy era Pascual. La inmersión en La Llosa comienza en una plataforma a 6 metros, luego un cortado que lleva hasta los 30 metros y allí en el fondo grupos de piedras grandes. La mayor parte de la inmersión la hacemos en la pared vertical. Esta zona tiene mucha vida, desde los 15 metros, los corales amarillos cubren gran parte de la pared, así como muchas esponjas, algas... Es una de las mejores inmersiones de levante, pero al ser en una zona más abierta al mar de fondo, no siempre se puede hacer.
La inmersión transcurre muy tranquila, vemos varias especies de nudibranquios, morenas, cigarras de mar, pececitos varios... Todo bastante bonito, con muy poca corriente, buena visibilidad y, salvo la termoclina a 26 metros, buena temperatura de agua.
Hoy he estrenado el filtro rojo para la cámara que me regalo Manu. Aún tengo que practicar bastante, quita mucha luz, me salen muy amarillas y todavía no se decidir cuando lo tengo que poner y cuando no. Pero la verdad es que da buen resultados en alguna de las fotos que he hecho.
Nos levantamos para ver el encierro, desayunamos un poco y cogimos el coche para ir a Benidorm.
Como siempre, Jessy y Jose, nos recibieron con un amigable saludo, aun se acuerdan de nosotros, jejeje. Los cuatro fantásticos, como nos llama Jessy, han regresado para hacer una inmersión doble y así quitarle el polvo al material de buceo.
Preparamos todo el equipo, lo cargamos en la furgo y con los nervios típicos de los primeros días de buceo del año, llegamos al puerto. Ya se nos había olvidado cómo era la sensación de cargar con el equipo, la experiencia en el Mar Rojo, donde nos hacían todo, nos había acomodado un poco, pero rápidamente volvimos a la realidad, a la dura y pesada realidad.
Nuestra primera inmersión fue en La Llosa y nuestro guía de hoy era Pascual. La inmersión en La Llosa comienza en una plataforma a 6 metros, luego un cortado que lleva hasta los 30 metros y allí en el fondo grupos de piedras grandes. La mayor parte de la inmersión la hacemos en la pared vertical. Esta zona tiene mucha vida, desde los 15 metros, los corales amarillos cubren gran parte de la pared, así como muchas esponjas, algas... Es una de las mejores inmersiones de levante, pero al ser en una zona más abierta al mar de fondo, no siempre se puede hacer.
La inmersión transcurre muy tranquila, vemos varias especies de nudibranquios, morenas, cigarras de mar, pececitos varios... Todo bastante bonito, con muy poca corriente, buena visibilidad y, salvo la termoclina a 26 metros, buena temperatura de agua.
Hoy he estrenado el filtro rojo para la cámara que me regalo Manu. Aún tengo que practicar bastante, quita mucha luz, me salen muy amarillas y todavía no se decidir cuando lo tengo que poner y cuando no. Pero la verdad es que da buen resultados en alguna de las fotos que he hecho.
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