Después de pasar casi una hora esperando en el barco para la segunda inmersión en Barra Alta sin que nadie nos dijera que íbamos a hacer, nos enteramos de refilón que la inmersión será en el mismo sitio pero hacia el otro lado. Pues vale, nos equipamos, nos tiramos al agua, volvemos a ir al cabo del ancla nadando, bajamos y esperamos a que llegue todo el mundo abajo mientras volvemos a ver la morena de al lado del ancla.
Empezamos la inmersión y todo mas o menos bien, pero a eso de la mitad de inmersión cogemos una pedazo de corriente que alucinas, el instructor-guia a su bola, pasando de todo y venga a dar aletadas como bestias para llegar al cabo del ancla. Había una pareja de buceadores que habían buceado muy poco, yo soy ellos y no vuelvo a bucear, jeje.
La temperatura del agua variaba entre los 26 y 18 grados. Unas termoclinas que te hacían pasar de bucear en verano a invierno en pocos segundos.
Pues eso que un poco castaña, los centros de buceo siguen empeñados en hacer largos recorridos bajo el agua en lugar de ir tranquilamente mirando en las grietas y en las paredes para poder ver más cosas. Hay veces que parece que quieren ir muy rápido para que el que consume mucho se le acabe la botella rápido y ¡hala! todos para arriba...
El viaje de vuelta se hizo un poco pesado, mientras unos dormían otros tomaban el sol y como a mi no me gusta hacer ninguna de las dos cosas, pues horita y media mirando al horizonte para no marearme, jeje.
La cantidad de fotos que hago va proporcional a la calidad de la inmersión y como en esta solo he aleteado pues hay poquitas.
Ha sido un fin de semana de palizón pero nos lo hemos pasado muy bien, la zona es muy bonita y seguro que Columbretes es increible. Pronto volveremos.
Muchos gracias y muchos besos para Inés y para Javi que nos han cuidado mucho. ¡¡La proxima en Laredo!!
Empezamos la inmersión y todo mas o menos bien, pero a eso de la mitad de inmersión cogemos una pedazo de corriente que alucinas, el instructor-guia a su bola, pasando de todo y venga a dar aletadas como bestias para llegar al cabo del ancla. Había una pareja de buceadores que habían buceado muy poco, yo soy ellos y no vuelvo a bucear, jeje.
La temperatura del agua variaba entre los 26 y 18 grados. Unas termoclinas que te hacían pasar de bucear en verano a invierno en pocos segundos.
Pues eso que un poco castaña, los centros de buceo siguen empeñados en hacer largos recorridos bajo el agua en lugar de ir tranquilamente mirando en las grietas y en las paredes para poder ver más cosas. Hay veces que parece que quieren ir muy rápido para que el que consume mucho se le acabe la botella rápido y ¡hala! todos para arriba...
El viaje de vuelta se hizo un poco pesado, mientras unos dormían otros tomaban el sol y como a mi no me gusta hacer ninguna de las dos cosas, pues horita y media mirando al horizonte para no marearme, jeje.
La cantidad de fotos que hago va proporcional a la calidad de la inmersión y como en esta solo he aleteado pues hay poquitas.
Ha sido un fin de semana de palizón pero nos lo hemos pasado muy bien, la zona es muy bonita y seguro que Columbretes es increible. Pronto volveremos.
Muchos gracias y muchos besos para Inés y para Javi que nos han cuidado mucho. ¡¡La proxima en Laredo!!
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