Pero como ese paso ya está dado, ha llegado el momento de volver a movernos y viajar un poco. La verdad es que siendo 5, todo se complica un poco. Ya solo llegar al aeropuerto es un lío, pero hay más, encontrar hoteles con habitaciones para estar todos juntos, alquilar un coche donde te entren 3 sillas para los niños, meter toda la ropa en una maleta de 20kg... Y claro, todo esto tiene un incremento de precio importante, por ese motivo, hemos decidido ir a uno de los países más caros de Europa, toma ya que listos, jejeje.
Después de descartar muchas ideas locas de viajes como hacer un Interrail, cruzar con la furgo en ferry a Reino Unido, incluso un crucero por el norte de Europa, la decisión final ha sido un viaje corto de 5 noches a Dinamarca. Vamos a empezar poco a poco, no nos volvamos locos que Álex solo tiene 3 meses.
Nuestros objetivos en el viaje son: Legoland y Copenhague.
Desde que fuimos a Japón hace cinco años no había actualizado el blog. Sí que habíamos hecho algún viaje pospandémico siendo cuatro, Fuerteventura, Alemania en furgoneta... pero no me dio por escribir en el blog. Así que he decidido intentar hacer crónica diaria de esta primera experiencia como familia numerosa viajera, eso sí, si me lo permiten mis hijos. Confío que me dejen tiempo por la noche para escribir un poco, ya que estarán cansados, se irán a dormir prontito, dormirán toda la noche del tirón y se despertarán a una hora prudencial al día siguiente, vamos lo normal de nuestro día a día............................ Aun logrando salvar este gran problema paternofilial, no puedo garantizar que este proyecto de resucitar el blog vaya a salir adelante, hay muchos inconvenientes que están en mi contra. Para empezar, en Dinamarca, en estas fechas, anochece a las 23:00h y amanece a las 4:00h todo esto sumado a la no presencia de persianas... Bomba explosiva para que los horarios sean un caos. Otro posible impedimento para que no pueda contaros este viaje, podría ser una repentina lesión en mis extremidades superiores provocada por tener que cargar con mis, por suerte ligeros hijos mayores, durante todos los días del viaje. La combinación de nuestros genes han fallado en este punto y nos han salido dos niños con patitas de palillo que se quejan muuuuuucho más que lo que andan.
En fin, a ver que sale de esta. (Revisión de este post: la verdad es que empecé con ganas, pero pronto me rendí. Escribí un poco, pero no estaba con ánimo la verdad, pero la tercera noche decidí retomarlo. Muchas noches a lo largo de estos años he entrado a este mi blog a leer nuestros viajes pasados, a ver las fotos, a recordar anécdotas que ya había olvidado y a disfrutarlos de nuevo con emoción. La tarde del tercer día de viaje, Samu estaba escribiendo su “diario de viaje” y le he dicho que algún día le leería mi blog de viajes, que aún no conoce. Y la verdad, me ha dado pena no poder recordar este viaje, como no poder recordar los anteriores que no escribí, y que igual ellos o yo mismo algún día me gustaría revivir leyéndolos. Así que, como si de un padre sentimental de película hollywoodiense fuera, me he puesto a ello y poco a poco lo sacaré adelante por mis hijos, jajajaja)
Mañana comienza la aventura. Me da vértigo solo de pensar en el pesaje de maleta y facturación de carro y silla de coche en el mostrador de Ryanair, y es solo el primer paso...