lunes, 12 de noviembre de 2012

Via Ferrata - Camino del Infierno

Este fin de semana lo hemos pasado en Tapia, en Burgos, en el pueblo de Chus, y aprovechando que estábamos por aquí, hicimos una vía ferrata en el pueblo Quintanilla de las Viñas.
El domingo, a pesar de ser tarde y de dar un poco de pereza por el frío, aparcamos el coche en Quintanilla, preparamos la mochila y nos pusimos a andar hacia la vía ferrata "Camino del Infierno".
La aproximación de unos 50 minutos la hicimos Jomer y Betty que nos acompañaron hasta el principio de la ferrata y Manu, Chus y yo que seguimos hasta el final.
La aproximación empieza ascendiendo hacia el este de las paredes hasta llegar al collado, donde el camino cambia de dirección hacia el oeste pasando por debajo de todas las paredes verticales de roca, todo marcado con marcas naranjas, sin pérdida. A medio camino de este último tramo ya se empiezan a ver los primeros tramos de cable.

Inicio del camino de ascenso
Quintanilla de las Viñas desde el collado
En la base de las paredes de la vía ferrata
Manu haciendo el buitre
Llegando a la ferrata

Llegamos al principio de la vía, una maroma para ayudarte a progresar, marca el inicio. Aquí preparamos todo, nos ponemos los arneses, las cintas y el casco y empezamos a ascender unos metros hasta llegar a una repisa, por ahora muy sencilla y sin seguros, que se recorre hasta llegar al primer punto de seguro. Nada más asegurarte, la repisa se hace mas estrecha y empieza de verdad la vía.

Subiendo hacia el principio de la vía
Empieza el cable
Primeros pasos

Hay algún paso un poco complicadillo y muy expuesto, pero se pasan sin problemas. A media ferrata se llega a la tirolina. Se puede evitar hacerla, pero si tienes un par de poleas merece la pena sin lugar a dudas. 30 metros de tirolina a 60 metros del suelo siempre es emocionante. El cable de la tirolina está montada hace un mes, tiene un estado perfecto y da una confianza máxima, al igual que el resto de la vía. Como éramos tres preparamos las cuerdas para poder recuperar las poleas.

Chus abriendo la tirolina
Manu haciendo el tonto
Terminando de cruzar el abismo
Mi turno
Cables de la tirolina
 
Recogimos las cuerdas y las poleas nos pusimos de nuevo en marcha con el segundo tramo de travesía horizontal. Sin mucho problema y después de una hora y cuarto, llegamos al final de la vía.

Últimos tramos de cable
Manu escaladora

En este punto teníamos dos opciones, guardar todo el material y bajar por la parte de atrás hasta el collado o hacer un rápel hasta la base de la pared. Después de deliberar un poco decidimos hacer el rápel de unos 30 metros. Chus preparó la cuerda en la anilla de la reunión y se fue para abajo, luego le tocó a Manu que estaba un poco cagadilla, pero que al final lo disfrutó como todos y para terminar bajé yo. Ya sólo nos quedaba desmontar, foto de final de ruta y bajar hasta el coche.

Chus comienza el rápel
Terminando el rápel
Fin de la vía ferrata, de fondo, la pared que rapelamos
Panorámica de la zona desde abajo

Una ruta muy recomendable, muy bien equipada, en perfectas condiciones que da una sensación buenísima de seguridad y unas vistas de la zona inmejorables. Muchas gracias desde aquí a todo el que ha hecho y hace este duro trabajo para que nosotros podamos disfrutar de esta vía ferrata en este magnífico lugar.

http://deandar.com/ferratas/via-ferrata-camino-infierno

viernes, 19 de octubre de 2012

Malasia y Singapur - Día 15 - Fin

FIN

Se acabaron las vacaciones
Bueno pues ya hemos llegado a casa y todo sigue igual. Ahora tenemos un finde por delante para volver a la normalidad y adaptarnos lo antes posible a la rutina madrileña.

El viaje ha sido perfecto, no ha habido ningún contratiempo y lo hemos disfrutado a tope. Es una pena que 15 días den para tan poco y haber tenido que dejar miles de cosas increíbles por visitar, pero quedan pendientes para la próxima.

Gracias a todos, como siempre, por leernos, por vuestros comentarios y por seguirnos durante todo nuestro viaje malayo-singapuriense. Esperamos que hayáis disfrutado vosotros también un poquito y que, si alguna vez podéis, vayáis a Malasia y a Singapur porque merece la pena. Nosotros seguro que volveremos.

Ahora ya sólo queda hacer el álbum de fotos para poder rememorar el viaje desde el sofá de casa y, por supuesto, empezar a preparar el viaje del año que viene!!

Un abrazo y un beso a todos y nos vemos bajo el agua, que es donde mejor se está.

Singapur - Día 14 - Singapur 3

Último día... Qué penita más grande... Todo lo bueno se acaba...
Hoy hemos dedicado el día a terminar de hacer las últimas compritas y a visitar los pocos sitios que nos quedaban en la lista. Para empezar hemos ido a un centro comercial exclusivamente de tecnología, y la verdad me ha decepcionado un poco. Con el acceso que tenemos a todos los productos tecnológicos a través de internet en el que puedes comparar precios, comprar en distintos países o incluso comprar imitaciones tiradas de precio, un sitio como este pierde todo su encanto. Seguro que hace unos años era para volverse loco, pero yo veía los precios de determinadas cosas no originales y me daba la risa de lo caro que era.

Vista desde arriba

Después fuimos al Singapura Plaza, un centro comercial donde había otra tienda de manualidades, pero esta vez no ha caído nada jeje.

Otra tienda de scrapbook

Hemos recorrido todos sus pasillos, hemos entrado en todas las tiendas que eran diferentes y nos hemos comido una especie de buñuelos salados rellenos, un poco raros. Luego hemos seguido andando hasta la calle Orchad a terminar de recorrerla. Hemos comido por última vez noodles y hemos descansado un poco.
Estábamos muertos, nos dolía las piernas de cansancio acumulado de todos estos días de turisteo, así que decidimos coger el metro, ir a ver un par de cosas e ir al hotel para recoger las maletas que habíamos dejado allí. Llegamos al sitio, vimos el monumento de la guerra y el hotel Raffles.

Monumento de la guerra
Hotel Raffles

En este punto, como era un pelín pronto para irnos ya, decidimos ir a sentarnos a la zona de Marina Bay a verlo por última vez. Conforme llegábamos, los planes fueron cambiando y nos animamos a pagar los 20$ que costaba subir al Sands SkyPark, la azotea del famoso hotel de Singapur. Creo que no había comentado que en este lujoso hotel está la piscina más alta del mundo y está en la azotea... Pero por desgracia no la pudimos ver, sólo se puede acceder si eres huésped o en las visitas guiadas. De todos modos disfrutamos un montón de las vistas, sin duda ha merecido la pena, y no hay mejor final que este para acabar nuestro viaje. Lo único malo es que había un poco de brumilla-contaminación y las fotos no son demasiado impresionantes.

Maqueta de todo Marina Bay
Ya arriba
Panorámica
La noria
Los jardines de árboles de metal
Micromachines
Merlion

Parte de la piscina
El puerto
Los barcos esperando para entrar en el puerto

Después cogimos nuestras maletas y nos fuimos para el aeropuerto. El metro estaba llenísimo, debía ser la hora punta.
Llegamos con el tiempo justito al final, así que no henos podido disfrutar del, supuestamente, mejor aeropuerto del mundo, otra vez será.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Singapur - Día 13 - Singapur 2

Pues se va acabando el viaje, hoy es el último día completo en Singapur. Mañana a las 21:20 cogemos el primer avión con destino Doha para coger otro y llegar a Madrid a las 8:30 de la mañana.
Pero antes vamos a contados qué tal nos ha ido el día hoy.
Hemos remoloneado hoy un poquito más, pero a las 10:00 más o menos ya estábamos listos. Nuestro primer destino era una tienda por la zona de Little India que parecía de manualidades, pero al final resultó ser una mercería un poco cutre. Bajamos por otra calle hacia la principal donde están los centros comerciales y llegamos al hotel Carlton. Justo en frente está el Rafles City, otro centro comercial en el que había una tienda de scrapbook, de lo que hace Manu vamos. Y allí que fuimos, una super tienda llena de papeles, bolis, sellos y miles de cosas raras. Allí estuvimos un buen rato rebuscando a ver si encontrábamos algo chachi.

Tienda de Scrapbook
Manu nerviosita

Luego seguimos callejeando en dirección al Marina Bay. Atravesamos un antiguo campo de cricket y ya vimos al fondo los edificios típicos de esta zona. Unas fotitos y a comer.

Campo de cricket
Marina Bay
Merlion

Después de comer fuimos a ver desde abajo la noria gigante y a pasear unos metros por el trocito de circuito de Fórmula 1 que está justo debajo.
Noria desde abajo
En el circuito de F1
Circuito y noria

Luego nos acercamos al gigantesco hotel Marina Bay Sands y sus alrededores. El museo de la ciencias y las artes, un lujoso centro comercial, un casino y, atravesando el hotel entre las torre 1 y la 2, los Garden by the Bay, un parque que cuenta con unos jardines chinos e indios, unas estructuras metálicas en forma de árbol y dos cúpulas que son jardines botánicos.

Panorámica de la zona
Marina Bay Sands
El famoso puerto de Singapur
Garden by the Bay
Árboles metálicos

Mientras paseábamos por aquí cada vez el cielo se ponía más y más negro y los rayos y los truenos se iban acercando hasta que de repente… Lluvia torrencial brutal, por suerte, a cubierto.

Marina Bay Sands antes de la tormenta
Durante la tormenta

Después de muchas horas andando volvimos al hotel a descansar un poquito. Por la noche nos acercamos de nuevo al Marina Bay y cenamos en la zona conocida como Boat Quay.

Merlion iluminado
Marina Bay nocturno

Un palizón de día pero ha merecido la pena ver esta parte de la ciudad, moderna como a mi me gustan las ciudades. La verdad es que Singapur es una ciudad muy fácil de visitar. El metro es muy cómodo y rápido, las calles están muy limpias, la gente es muy muy educada, no hay perros ni sus cacas, y, sorprendentemente, tampoco niños, habremos visto 3 como mucho en todos estos días... muy raro...