Al salir de la anterior inmersión hacía bastante frío y las olas, mezcladas con el olor a gasolina del barco, mareaban un poco. Daba un poco de pereza volverse a meter al agua, pero una vez dentro, todos los males se pasaron.
Bajamos por el cabo, esperamos a que todos llegaran y comenzamos la inmersión. El entorno era igual que en la primera inmersión, roca plagada de vida y muchas cuevecitas. En una de ellas había un enorme bogavante, era brutal, como para cuatro personas, jejeje. Le pude hacer muchas fotos, pero como las tenía que hacer con flash salían reflejadas todas las partículas que había en suspensión y el resultado no ha sido demasiado bueno. También vimos una gamba comensal atlántica, es la primera gamba que veo, es muy bonita, estaba dentro de una anémona y por suerte la foto salió muy bien, jeje.
En la zona había muy pocos peces pero daba igual, la cantidad de pólipos de colores, anémonas y algas era tan brutal que no podía mirar a otro sitio que no fuera la roca.
Han sido unas inmersiones largas, tranquilas y muy diferentes a lo que estamos acostumbrados. Una cosa muy chula que tenían montado en el barco era una barra atada con cuerdas de unos 4 metros que tiraban al agua para hacer allí la parada de seguridad.
Me ha gustado mucho tanto la zona como el centro de buceo, es muy acogedor y las instalaciones perfectas, 100% recomendado, volveremos seguro.
Y como siempre, ha estado muy guay bucear con Inés y Javi, la próxima Mallorca!!
Fecha: 08/08/09
Club: Escuela de Navegación y Buceo de San Vicente
Zona de inmersión: El Playón
Duración: 55 minutos
Prof. Máxima: 13,72 m
Temperatura: 20º
Consumo: 150 bar
Visibilidad: 7 m
Corriente: Media
domingo, 9 de agosto de 2009
Inmersión 42 en mi logbook
Como comenté en la anterior inmersión, nuestro próximo destino de buceo sería el norte de España. He pasado unos días con Manuela y su familia en Laredo, y como es costumbre no he visto el sol en ningún momento. De todos modos, a pesar de estar nublado, ha hecho muy buen tiempo y hemos podido hacer muchas cosas, paseítos por la zona, ir a cenar a varios lugares e incluso ir a bucear.
El sábado a las 7:30 habíamos quedado con Javi e Inés para ir a bucear a San Vicente de la Barquera, a un centro que conocía Javi. Después de una hora de viaje llegamos al centro, preparamos todo, se tomaron las biodraminas, jeje, y nos fuimos al puerto. La mar estaba cántabra, olas muy grandes que movían mucho el barco. Llegamos a nuestra primera zona de inmersión, Los Cañones.
Es una zona increíble, toda la roca está llena de vida y el fondo está plagado de algas de color morado que se mecían con la corriente. El recorrido de la inmersión pasaba por una infinidad de arcos o grutas de piedra. La primera de ellas daba un poco de canguelo porque estaba muy oscura y era bastante angosta, el guía esperaba con el foco de luz para guiarnos un poco. Nunca habíamos pasado por unas grutillas tan estrechas, es muy divertido.
En esta inmersión volví a reencontrarme con mi animal marino favorito el cual pone cara a este blog, la vaquita suiza (Discodoris atromaculata). Es de la familia de las doridaceas, un nudibranquio blanco con manchas negras, de ahí su nombre común, que se puede ver por todo el Cantábrico y Mediterráneo desde los 4 hasta los 20 metros.
Una pena que no hubiera sol, tiene que ser una pasada ver como entran los rayos en las cuevecitas iluminando toda la vida que estas encierran.
Fecha: 08/08/09
El sábado a las 7:30 habíamos quedado con Javi e Inés para ir a bucear a San Vicente de la Barquera, a un centro que conocía Javi. Después de una hora de viaje llegamos al centro, preparamos todo, se tomaron las biodraminas, jeje, y nos fuimos al puerto. La mar estaba cántabra, olas muy grandes que movían mucho el barco. Llegamos a nuestra primera zona de inmersión, Los Cañones.
Es una zona increíble, toda la roca está llena de vida y el fondo está plagado de algas de color morado que se mecían con la corriente. El recorrido de la inmersión pasaba por una infinidad de arcos o grutas de piedra. La primera de ellas daba un poco de canguelo porque estaba muy oscura y era bastante angosta, el guía esperaba con el foco de luz para guiarnos un poco. Nunca habíamos pasado por unas grutillas tan estrechas, es muy divertido.
En esta inmersión volví a reencontrarme con mi animal marino favorito el cual pone cara a este blog, la vaquita suiza (Discodoris atromaculata). Es de la familia de las doridaceas, un nudibranquio blanco con manchas negras, de ahí su nombre común, que se puede ver por todo el Cantábrico y Mediterráneo desde los 4 hasta los 20 metros.
Una pena que no hubiera sol, tiene que ser una pasada ver como entran los rayos en las cuevecitas iluminando toda la vida que estas encierran.
Fecha: 08/08/09
Club: Escuela de Navegación y Buceo de San Vicente
Zona de inmersión: Los Cañones
Duración: 49 minutos
Prof. Máxima: 23,16 m
Temperatura: 20º
Consumo: 150 bar
Visibilidad: 7 m
Corriente: Media
Zona de inmersión: Los Cañones
Duración: 49 minutos
Prof. Máxima: 23,16 m
Temperatura: 20º
Consumo: 150 bar
Visibilidad: 7 m
Corriente: Media
Otra vaquita suiza mas de cerca (Discodoris atramaculata)
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